Estoy balanceándome en la
curva que traza el péndulo de un reloj. Soñé el espíritu de un recuerdo en lo
alto de un torreón histórico y legendario acompañando el movimiento solitario y
misterioso de la bandera con la que juega el viento. Un tesoro me espera. Sólo
la fe puede hacer andar... sobre las aguas. ¿Quién ahuyentará la desconfianza?
¿Puede el presente proyectarse hacia el futuro? ¿Existe un efecto mariposa
lineal y duradero? Tal vez la soledad es la no permanencia de una multitud de compañías
relevistas.