Me lo paso pipa

¡Qué divertida es la política de España! Y ver a la gente apoyando apasionadamente a uno u otro candidato, dependiendo de de la secta a la que pertenezca cada uno. Ya sabemos quiénes son los más poderosos, mande quien mande. Me pregunto si alguien ajeno a los beneficios de la política todavía cree sinceramente en el sistema o si todos os que siguen en mayor o menor medida a los "mesías" de la democracia representativa lo hacen con una desesperanzada inercia o un visceral miedo ancestral. En fin, así son las cosas y así seguirán siendo, salvo sorpresa mayúscula. Y yo, mientras tanto, me divierto.