Hoy
en día, todavía hay piratas románticos como los idealizados por Espronceda en
su poema “La Canción del Pirata”. Se trata de los piratas informáticos, los
hackers, que, como René Grial, luchan contra un sistema siempre opresor,
siempre invicto, pero siempre con valerosos rivales. Como un estereotipo del
ciberpunk, René Grial salta de la realidad consensuada a otros mundos, luchando
por el eterno ideal de libertad.