Ecos de guácharo VI
Hay sentimientos que se apagan sin dejar huella si se topan con el
laberinto de la confusión. Hay niños que bajo otros ojos se vuelven criaturas a
las que frenar en seco. A veces estar quieto no es lo mismo que estar detenido.
A veces lo que paraliza no es el miedo. Hay afirmaciones categóricas que
excluyen casos posibles. ¿Por qué no tenerlo en cuenta?