La verdadera identidad de Jesús

La humanidad lleva ya milenios buscando la verdadera identidad de Jesús. Milenios de discusiones, puntos de vista y palabrería. Pero es muy sencillo. Basta leer Mateo 25, 31-46. O mejor, basta mirarte en el espejo de los ojos de tu prójimo. Lo demás es perder el tiempo. Y sobre perder el tiempo nos habla también Mateo en el versículo 13 del capítulo 25. Como dijo Aquél, "quien pueda entender que entienda".