Susurros de un tal Nonato: susurro XIX

Querido Nato:

Creo que a veces, sólo a veces, no es malo sentarse a contemplar la vida, tanto la propia como las ajenas. En una obra teatral, en ocasiones, los actores desaparecen del escenario momentáneamente para luego volver a aparecer después en el momento preciso y por ello su papel termina. Hay veces que conviene ver parte de la obra entre bambalinas para no entorpecer su curso y se desarrolle convenientemente. No es dejadez, sino saber que lugar ocupar en cada momento.

Con afecto, Nonato.