Susurros de un tal Nonato: susurro VIII

Querido Nato:

La esperanza no debe confundirse con los delirios, con esperar que todo salga bien así por las buenas. La esperanza bien entendida es aquella que nos llena de ilusión por seguir adelante siempre. Esperanza viene de esperar, pero no esperemos quietos, porque así sólo conseguiremos consumirnos. Esperemos avanzando. Sólo así la espera tendrá resultado. Y la indiferencia... ¡qué gran escudo! También tiene mucho que ver con avanzar. La indiferencia, como ya dije, nos ayuda a seguir adelante a pesar de los golpes. A continuar hacia el objetivo sin quedarnos quietos a causa de los tropiezos. Es la indiferencia que no debe confundirse con apatía, porque ésa sí que nos para.
Sigue aprendiendo a usar la esperanza y la indiferencia, querido amigo, y no olvides que todos "derraman agua" y "rompen platos alguna vez", y quien no lo haya hecho alguna vez, que tire la primera piedra.

Con afecto, Nonato.