Susurros de un tal Nonato: susurro II

Querido Nato:

Ahora te hablaré sobre la indiferencia. Aprender a encajar los golpes, esa es la parte positiva de la indiferencia. Hay una indiferencia que nos hace cobardes e insensibles: la indiferencia que nos impulsa a huir de los problemas. Eso nos conduce a la nada. Al vacío más absoluto. Pero hay otro indiferencia: la que nos ayuda a resistir "en pie" cualquier embestida. No nos hace cobardes, nos hace fuertes. No nos hace insensibles, nos hace pacientes. Nos da la paciencia de esperar lo bueno mientras dejamos que pase lo malo. Pero no esperar sentados ni dormidos, sino de pie y caminando firmemente bajo el chaparrón cuya agua resbala por nuestra piel sin detenernos, hacia el lugar donde nace el Sol. El secreto de la victoria no es golpear más, ni conseguir que nos golpeen menos, ni mucho menos abandonar el combate. El secreto de la victoria es aguantar los golpes, procurando no caer y levantándonos tras cada caída.

Con afecto, Nonato.