Un
artista del silencio, un narrador de historias mudas, un mensajero de emociones
sin palabras. En medio de las calles o en los escenarios de teatro, pueden contemplarse
y disfrutarse los elocuentes gestos de este mimo que transmite su arte, con sus
manos moviéndose inquietas como mariposas o su cuerpo rígido e impasible como una
estatua, pero con sus labios permanentemente sellados.